Izalco es un municipio del departamento de
Sonsonate. Está ubicado sobre la carretera CA 8, que de San Salvador conduce a
Sonsonate a 59 km. La cabecera del municipio es la ciudad de Izalco, situada a
430 mts /SNM en la falda sur poniente del volcán de Izalco. Según el fraile Juan
de Torquemada "Tecpán Izalco" fue fundada en 1054 por
Topiltzin-Acxil.
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Desde la época
colonial perteneció a la Alcaldía Mayor de Sonsonate, en 1770 se dividió en las
parroquias de Asunción Izalco y Dolores Izalco, donde se pudo observar la
división de indios y españoles; estos últimos tenían la prohibición de no
mezclarse con los pueblos conquistados, pero este fue uno de los casos en el
que los españoles tuvieron que vivir cerca de los lugares de cultivo del cacao
y que de otra manera los indios no la cultivaban, sabiendo que las ganancias no
eran para ellos, eso hizo que muchos españoles abandonaran Sonsonate y se
quedaran viviendo en Izalco que luego trajo consigo las consecuencia de
mestizaje (unión entre indios y españoles).
Después de la
independencia de España Izalco formó parte del Estado de Guatemala. Entre las
personas notables nacidas en Izalco tenemos al General Francisco Malespín
(Fundador de la universidad Nacional), los escritores Calixto Velado, Oscar
Escobar Velado, etc.
El topónimo náhuatl
"Itzalco" significa "lugar de las casas de obsidiana".
Izalco fue una de
las ciudades que participaron en la rebelión de 1932, en la que se decía que
ellos eran comunistas y que al final cayeron bajo nutrido fuego del ejército y
junto a esta tuvieron el mismo destino, otras ciudades vecinas como Juayua.
Algunos de los cálculos hechos dicen que fueron más de veinte mil personas las
fallecidas, incluyendo a Feliciano Ama líder y cacique indígena.
Esta es una de las
explicaciones que se dan, de porque en El Salvador ya casi no se habla el
dialecto náhuatl y que no se ven muchas personas con atuendos indígenas como
chal, refajo y caites. A partir de ese momento las personas dejaron de usar su
vestimenta tradicional y hablar su dialecto por miedo a ser identificados como
participes de la rebelión.